Una lección que desearía haber aprendido antes: la mayoría de las personas no están fuera de tu alcance, simplemente están fuera de tu esfuerzo. Envíe el correo electrónico frío. Acércate al extraño. Pide ayuda. El acceso está más cerca de lo que piensas, pero solo para aquellos con el coraje de preguntar. Las bocas cerradas no se alimentan.