Algunas de las peores posiciones que he tomado comenzaron con un sutil cambio: Mi razonamiento cambió de "Creo que X sucederá" a "Espero que X suceda." Ese razonamiento basado en la esperanza se infiltra más de lo que la gente admite a sí misma. Y para ser justos, cierto grado de especulación e incertidumbre es inherente. Pero en el momento en que tu tesis depende de que alguien más haga algo (por ejemplo, "Espero que el equipo lance X," o "quizás una gran cuenta promocione esto") has perdido el control de la operación. Ese tipo de configuración no es inválida por defecto, solo necesita estructura. Necesitas enmarcarla con reglas. Lo que me ayudó fue reformularlo así: "Mi tesis es que X sucederá para el tiempo N. Si no, me salgo." "Si el precio cae a Y y no logra recuperarse, la configuración es inválida." Sin esas restricciones, ya no estás operando con una tesis; estás rezando para que una aparezca. ¿El problema de segundo orden? Las operaciones de esperanza persisten. Dudas en cortar porque "quizás mañana." Te anclas a tu entrada. Dejas de evaluar el riesgo de manera dinámica. Y es entonces cuando un pequeño error se convierte en una gran pérdida. Construye estructura alrededor de tus creencias o prepárate para ser castigado por ellas.