Se despertó en su silla, sobresaltado. Polvo de Cheeto naranja nuclear por toda su camiseta. Lata de Pepsi aplastada en su escritorio. Se había quedado dormido en las trincheras otra vez, haciendo clic en botones y charlando. Había estado charlando tan intensamente, durante tanto tiempo, que la realidad comenzó a tomar una apariencia borrosa. Los días se fusionaron y se mezclaron entre sí como la estática en esos viejos televisores que arrastraban un canal hacia el siguiente. Abrió la aplicación de citas y configuró su bot para que deslizara automáticamente a la derecha. Sabía que al otro lado, ellos estaban haciendo lo mismo. Coincidirían y luego sus bots harían pequeñas charlas entre ellos, o simplemente nunca hablarían en absoluto. Sabía que no saldría nada de eso. "Jarvis, va a ser una de esas noches otra vez," murmuró en su teléfono. "Comienza los preparativos."
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