El ciclo cripto de 4 años ha terminado — y es hora de que la gente deje de tratarlo como un evangelio; es una verdad obvia, pero pondré mis pensamientos en orden. Esos primeros ciclos no eran magia; eran mecánica. Las reducciones a la mitad de Bitcoin una vez provocaron choques de oferta en un mercado sin demanda real. Esa era ha terminado. Las reducciones a la mitad ahora apenas mueven el mercado. Lo que impulsa el cripto hoy en día es la demanda orgánica — adopción minorista, flujos institucionales, ETFs, tokenización e integración financiera profunda. La reciente caída no es un “reinicio del ciclo.” Simplemente es capital rotando hacia el oro y las acciones tecnológicas durante la incertidumbre. Por debajo, los fundamentos del cripto siguen fortaleciéndose — infraestructura, liquidez y participación están creciendo. Todo lo que se puede poseer será tokenizado. El cripto ya no es un comercio secundario; se está convirtiendo en el sistema circulatorio del capitalismo. El mito está muerto. La estructura ha cambiado. La paciencia ya no es pasiva — es alfa. Y mientras el ruido se desvanece, sigue el rendimiento — sigue los ingresos y los flujos de efectivo reales que se están creando en la cadena. Ahí es donde el próximo ciclo ya se está acumulando.