El entrenamiento de resistencia progresiva (progressive resistance training, que consiste en aumentar continuamente el peso) es la clave más importante para combatir el envejecimiento. Cuando los músculos se contraen, secretan lo que se llama miocinas (myokines) al cerebro y a varios órganos del cuerpo, coordinando la red del cuerpo para mantener un estado saludable y próspero. Progresivo significa aumentar continuamente, por lo que solo hacer ejercicios con el peso corporal, como flexiones y dominadas, no es suficiente. Es necesario ir con frecuencia a un gimnasio bien equipado, preferiblemente con la guía de un entrenador. El entrenamiento de fuerza puede aumentar la densidad ósea y tiene un efecto estimulante en ciertas áreas del cerebro que no puede alcanzar simplemente correr, nadar u otros ejercicios. Sin embargo, la gente asocia instintivamente el entrenamiento de fuerza con la industria del culturismo y el uso de esteroides, sin darse cuenta de que el entrenamiento de resistencia progresiva tiene un efecto preventivo inmediato sobre muchas enfermedades crónicas. Los ancianos, en particular, necesitan el entrenamiento de resistencia progresiva para mantener su capacidad de movimiento flexible. Solo tomar medicamentos y suplementos, dar paseos y correr, y esperar combatir el envejecimiento, es un error total.