opinión polémica: los diseñadores a menudo sienten que tienen que defender cada una de las decisiones que toman, como si estuvieran constantemente en juicio. eso se debe a que el diseño es tan visual—cualquiera puede echar un vistazo y emitir opiniones, incluso si esas opiniones son vagas o provienen de alguien sin mucha experiencia. por ejemplo, un no-diseñador podría decir casualmente, "este color se siente mal," sin respaldarlo o ofrecer una alternativa real. la barra para dar retroalimentación es increíblemente baja; no necesitas un conocimiento profundo para intervenir. ahora, compara eso con la ingeniería: la gente no suele hacer sugerencias técnicas al azar a menos que realmente entiendan el código. en su lugar, señalarían un problema específico, como "hacer clic en este botón provoca un error." es directo y funcional, no solo una reacción instintiva como "este código parece raro." pero aquí es donde las cosas se desequilibran: cuando alguien le da a un diseñador esa retroalimentación de bajo esfuerzo, la expectativa para la respuesta del diseñador es sorprendentemente alta. si alguien pregunta, "¿por qué este diseño aquí?" responder "después de algunas iteraciones, este se sintió bien" rara vez los satisface—quieren un desglose completo de las leyes de ux y el pensamiento de diseño con tantos jergas como puedas soltar. al principio de tu carrera, o incluso más tarde, articular esa intuición puede ser difícil y a veces no hay nada que articular en primer lugar. se construye a partir de la experiencia, patrones que has absorbido y principios sutiles de lo que funciona visualmente. no lo dudes; es probable que esté en lo correcto, incluso si las palabras aún no están ahí. esta configuración puede hacer que el diseño se sienta agotador, convirtiendo el trabajo en equipo en una constante sesión de justificación en lugar de pura creación. sin embargo, aquí está la clave: los diseñadores no necesitan una defensa para cada pequeño elemento. el diseño no es algo que requiera justificación interminable—es el puente que lleva a un usuario del punto a al punto b, todo mientras prioriza profundamente su experiencia y conveniencia. confía en el proceso y nunca dejes que una retroalimentación superficial sacuda tu confianza fundamental. pd: usar lo anterior como justificación para un mal diseño es definitivamente un problema de habilidad, pero entiendes la idea.