En los mercados, el promedio rara vez gana, y la historia lo deja dolorosamente claro. Este gráfico muestra que solo el 3% de las empresas crearon toda la riqueza neta en acciones estadounidenses desde 1926. El otro 97% colectivamente no contribuyó nada a la creación de riqueza neta a largo plazo, y muchas letras del Tesoro tuvieron un rendimiento inferior. Piensen en eso. Casi un siglo de innovación, auges, caídas, recesiones, burbujas y ciclos tecnológicos... y solo un pequeño puñado de empresas (Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet, Nvidia y algunas otras) realmente impulsaron los rendimientos que definieron el mercado. Los mercados no son democráticos. Son brutalmente selectivos. Los ganadores no solo tienen un rendimiento superior; absorben todo el perfil de rentabilidad de la clase de activos. Las criptomonedas siguen el mismo patrón. Se lanzan miles de tokens, solo unos pocos sobrevivirán a múltiples ciclos. La mayoría se desvanecerá a medida que se agote la exageración, falle la empresa de servicios públicos o desaparezca la liquidez. Mientras tanto, Bitcoin y Ethereum continúan dominando a través de la adopción institucional, los efectos de red y la resiliencia. Esto no se debe a que se muevan más rápido, sino a que aguantan. La "regla del 3%" también definirá las criptomonedas: un pequeño conjunto de protocolos y activos impulsará la gran mayoría del valor. Muchos otros desaparecerán silenciosamente. Lecciones de inversión: • La supervivencia importa más que la novedad. Perseguir cada moneda nueva rara vez supera a los ganadores estructurales. • Compuestos de condena. Las mayores ganancias van a aquellos que permanecen invertidos a través de la volatilidad. • La diversificación tiene límites. En los mercados exponenciales, mantener todo no es seguridad, es dilución. • No es necesario atrapar a todos los ganadores. Solo necesita evitar el cementerio y mantener los valores atípicos el tiempo suficiente. La parte más difícil de invertir no es encontrar oportunidades, sino quedarse con las correctas y dejar que la capitalización haga su trabajo. Tanto en acciones como en criptomonedas, rige la ley de potencia: unos pocos activos dan forma al futuro. Capturarlos, incluso modestamente, puede transformar un portafolio. ...