Una persona solo siente que vale la pena expresarse cuando es realmente entendida. Si puedes interpretar con precisión el 80% de lo que alguien quiere decir pero no dice, entonces definitivamente hay una resonancia entre sus almas. Si más de la mitad de lo que se expresa es como tocar la guitarra para una vaca, la sensación de soledad se adentra en los huesos. En realidad, todos estamos buscando a alguien que pueda entender el significado implícito, recordar las palabras no dichas, responder a las necesidades no expresadas y hacer que el silencio también sea cómodo. Esta aparente conexión ordinaria, en realidad, requiere una maravillosa compatibilidad para poder existir.