Esta noticia me llevó a reflexionar sobre el ecosistema de startups de medios... Comencé un medio de comunicación desde cero —literalmente desde nada— hace 5 años. Ha crecido hasta convertirse en una sala de redacción galardonada con 16 personas. Como publicación financiada por suscriptores, no tuvimos la ventaja de la financiación de oligarcas, ni de paneles de élites mediáticas acreditadas de Brooklyn/DC como contribuyentes iniciales, ni de este tipo de prensa laudatoria de la industria mediática cuando lanzamos. Vaya, apenas recibimos atribución cuando los medios de comunicación roban nuestros reportajes y los presentan como propios. Tenemos que hacer todo nosotros mismos sabiendo que estamos empujando una roca cuesta arriba. Estoy orgulloso de lo que ha hecho The Lever, incluso cuando el trabajo y el estrés involucrados me han envejecido y probablemente han acortado mi propia vida. Pero la discrepancia entre lo que se necesita para atravesar el arduo camino de la ruta no oligárquica frente a la calle fácil de la ruta oligárquica es un recordatorio de por qué el ecosistema mediático constantemente prefiere la perspectiva oligárquica. El campo de juego está inclinado —como todo en América— por el gran dinero. Una industria que hace que, por un lado, sea un doloroso esfuerzo hacer periodismo de rendición de cuentas desde perspectivas no oligárquicas y, por otro lado, un placentero paseo de privilegio y aprobación profesional hacer punditry que adora la oligarquía, es un sistema que producirá mayormente la miasma informativa en la que todos estamos atrapados ahora. A veces veo que la gente se enoja con nosotros cuando pedimos a los lectores que contribuyan y se conviertan en suscriptores de pago. Les digo que la alternativa a los medios apoyados por lectores es lo que tenemos ahora —y si están contentos con eso, entonces está bien. Yo no estoy contento con eso. Pero cinco años en el trabajo ingrato de intentar construir algo mejor - tan gratificado como estoy por nuestro éxito - sigo sin estar seguro de si se puede construir un nuevo paradigma mediático. Claramente, las fuerzas que construyeron la distopía informativa existente en la que estamos atrapados están invirtiendo fuertemente en continuar regulando ideológicamente el discurso para que se mantenga dentro de los parámetros cómodos del corporativismo y el neoliberalismo - y serán continuamente celebrados y bien financiados por ese trabajo como lo son esta mañana. De hecho, deseo lo mejor para The Argument —me gusta leer cosas con las que no estoy de acuerdo y que desafían mi forma de pensar. Pero creo que necesitamos tomar momentos como este —con toda la auto-congratulación y la adulación de la industria mediática como se ve aquí— para entender cuán amañado está realmente el juego para aquellos que hablan por el poder y el dinero, y en contra de aquellos que intentan representar una visión del mundo diferente. Adelante.