10/10 - No se acaba hasta que la gorda canta La liquidación del 10 de octubre no fue aleatoria. Parecía otra liquidación sobreapalancada, pero se sentía demasiado limpia, demasiado perfectamente cronometrada. Ahora estoy seguro de que fue fabricada para cambiar el control del mercado de los traders minoristas a las instituciones. Como dije, el dinero no desapareció ese día; simplemente migró. Se movió de miles de traders independientes a un puñado de instituciones: creadores de mercado, intercambios y proveedores de liquidez. Esa concentración de capital cambia toda la estructura del mercado. Los traders minoristas actúan de manera independiente, sin coordinación. Las instituciones, por otro lado, pueden moverse en sincronía. Una vez que la mayor parte de la liquidez está en manos de unas pocas entidades con incentivos alineados, se vuelve mucho más fácil influir en la dirección, crear volatilidad y moldear el sentimiento. Creo que la liquidación fue un movimiento calculado para lograr ese cambio. Eliminó la liquidez minorista y colocó la propiedad en manos de jugadores que realmente pueden mover el mercado. Estos jugadores ahora tienen grandes inventarios de tokens, y su beneficio depende del movimiento. Necesitan volatilidad porque es lo que les permite extraer valor de ambos lados de la operación. Pero más importante aún, necesitan una salida. Adquirieron una cantidad masiva de tokens durante ese colapso, y esos tokens eventualmente tendrán que ser vendidos. ...