Para una parte creciente de la población, la religión, la familia y la autoridad institucional ya no sirven como fuertes contenedores de significado. En cambio, las personas están encontrando identidad, pertenencia y propósito dentro de los activos financieros. Cuando una comunidad se convierte en parte de lo que eres, adquiere cualidades sagradas: los poseedores no venden, compran más y, lo más importante, evangelizan. Los modelos tradicionales luchan por valorar esto, porque no es un activo gobernado por la utilidad. Es una identidad. Es una creencia.
Joe Carlasare
Joe CarlasareHace 23 horas
La idea de los activos de pura creencia es un virus mental. Al principio, lo desestimas sin pensarlo dos veces. Pero regresa, se incrusta más profundo, y antes de que te des cuenta, rechazarlo se siente más difícil que dejarlo arraigar.
367