El sistema educativo de EE. UU. es en realidad uno de los mejores del mundo. Superamos a casi todos los países en los puntos de referencia PISA ajustados demográficamente. No hay mejor lugar para ser un estudiante promedio. Mi problema con el sistema educativo de EE. UU. es que retiene sistemática e intencionalmente a nuestros estudiantes de mayor rendimiento debido a la ideología patológica contra la excelencia que ha infectado a casi todos los responsables de las políticas educativas. En lugar de agrupar a los estudiantes por capacidad y permitirles aprender tan rápido como quieran, los legisladores insisten en que las escuelas deben ser igualadoras, y cualquier estudiante con el potencial de sobresalir debe ser retenido hasta que sus compañeros de clase con dificultades se pongan al día. Todo nuestro sistema educativo podría arreglarse con un simple parche de "enseñar a los estudiantes a un ritmo que coincida con su capacidad", pero en cambio nos vemos obligados a crear soluciones dramáticas porque todo el sistema se opone ideológicamente a permitir que los estudiantes de alto rendimiento sobresalgan