《Superp: Airdrop relámpago, otro clásico caso de fracaso en la gestión de airdrops》 Superp, tras su lanzamiento en Binance Alpha, anunció de repente la distribución anticipada del airdrop restante. A primera vista parece una buena noticia, pero tras un análisis más detallado, creo que en realidad es un ejemplo de lo que no se debe hacer en la gestión de airdrops. El modelo no es nuevo: primero se genera FOMO con palabras, luego se libera liquidez a través de airdrops, y finalmente se realiza un gran desbloqueo para completar el arbitraje. La diferencia es que el método de Superp es más directo; el 2% del airdrop aún no se había consumido y la fundación desbloqueó de una vez el 3% restante, lo que equivale a inyectar un 5% de tokens en el mercado en un corto período de tiempo. En un diseño de economía de tokens maduro, el ritmo de liberación es crucial para la gestión del valor de mercado; debe ser escalonado, predecible y tener soporte para estabilizar el precio y la emoción. Sin embargo, el equipo de Superp parece no considerar nada de esto, simplemente lanza los tokens al mercado; no importa si hay manipulación, la primera reacción de los usuarios que recibieron el airdrop solo puede ser huir. No quiero decir directamente que el equipo del proyecto sea un grupo improvisado, pero desde el airdrop relámpago, la generación de ruido hasta el apresurado desbloqueo, todo el proceso carece de cualquier tipo de gestión del valor de mercado, solo se puede describir como un caos total. Además, Twitter está lleno de mensajes repetitivos, y la decepción y las dudas de los pequeños inversores se ahogan en los elogios. La falta de transparencia, el ritmo descontrolado y la falta de soporte, estas tres fallas, no solo perjudican a los "inversores de airdrop", sino que también pueden afectar a aquellos usuarios comunes que podrían haber permanecido en la industria a largo plazo. Lo difícil de un airdrop no es enviarlo, sino hacer que la gente quiera quedarse en el mercado. Un airdrop sin control de ritmo solo acelerará la pérdida de confianza, expulsando a los valiosos nuevos usuarios de la industria, matando la gallina de los huevos de oro y destruyendo su propia fortaleza.