Sí, el tiempo es finito, pero a veces recibimos un pequeño regalo de tiempo, como con el horario de verano al final de la noche anterior. No olvide que junto con los relojes de nuestro hogar, nuestros relojes biológicos también necesitan ajustarse. Una forma de acelerar eso es obtener luz exterior por la mañana, ya que la luz solar ayuda a regular nuestros ritmos circadianos.