El sesgo anti-blanco en la contratación de profesores es generalizado. Pasé demasiado tiempo en la academia y terminé conociendo a muchos profesores titulares que fueron incorporados mucho antes de la locura de DEI. Muchos estaban en comités de contratación donde su trabajo era entrevistar a candidatos potenciales para puestos de profesorado de nivel inicial; algunos también formaban parte de comités de tenencia. Al principio fue un goteo lento. De vez en cuando, un candidato sería rechazado puramente porque la administración priorizaba a una mujer o a una persona de color para ese puesto. Para 2018, era prácticamente la norma convencional. Amigos profesores me decían: “Ni siquiera sé por qué estamos pasando por este juicio espectáculo.” Un candidato con un historial de investigación y publicación estelar, un espíritu emprendedor y toneladas de carisma sería fácilmente pasado por alto porque era un hombre blanco (ser gay no ayudaba). No solo el candidato blanco masculino sufre al ser rechazado para un trabajo universitario cómodo. También son los estudiantes que están pagando, ¿qué, 80,000 dólares al año para ir a la universidad o estudiantes de posgrado que se han esforzado por trabajar bajo la tutela y mentoría de un gran científico investigador? Estamos privando a todos estos estudiantes de la oportunidad de aprender de y trabajar con los mejores. Los costos de esta política desastrosa son una carrera hacia el fondo. @SwipeWright, espero que ganes, pero incluso si lo haces, no es suficiente. La cultura debe cambiar. Esto debe parar.